Sao Paulo Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2018

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El próximo 18 de enero, durante la celebración en Madrid de FITUR, la ciudad brasileña de Sao Paulo tomará el relevo de Buenos Aires para convertirse en la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica en 2018, según han adelantado sus promotores y el embajador de Brasil, Antonio Simoes.

El presidente de la Real Academia de la Gastronomía (RAG), Rafael Ansón, ha explicado a Efe que, con toda probabilidad, en 2019 esa capitalidad recaerá en Miami y en 2020 en Madrid.

Con anteriodidad Ansón declaró que "A través de Sao Paulo y Brasil queremos trasladar el nuevo concepto de la gastronomía, que es la actividad más importante del ser humano".

Sao Paulo, Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2018

Si Buenos Aires fue elegida capital por la "creatividad y calidad de su cocina", ha dicho, Sao Paulo lo ha sido por ser "un eje urbano cultural y gastronómico" que reúne todo lo que se puede exigir a nivel gastronómico global a un lugar. sostuvo Ansón.

"Hay recetas tradicionales, lugares de convivencia tales como bares o mercados y restaurantes de distinto tipo (de cuchara, gastrobares, cocina creativa y de tapas). Todo lo que incluye, en definitiva, la cocina de la libertad y el respeto por la libertad del comensal", ha subrayado.

La idea es que, como ya se ha hecho en los anteriores años, en los restaurantes se puedan degustar recetas de toda Iberoamérica y que las tiendas "puedan ser un escaparate global" incorporando productos de fuera.

El embajador de Brasil, Antonio Simoes, entiende que la gastronomía es "un elemento de síntesis cultural" y que Brasil disfruta de "una mezcla" sin igual gracias a las aportaciones de "indios, africanos, europeos y asiáticos", fundamentalmente japoneses (5 millones).

En Sao Paulo presentarán, posiblemente en septiembre, lo que han denominado como "la primera cena virtual del mundo", es decir, una propuesta que podrán compartir por internet cien millones de personas y en la que cada cocinero aportará un ingrediente y un plato, de forma, por ejemplo, que México podría proponer aguacate y guacamole y Portugal, bacalao y bacalhau a bras.

También se anunciarán allí los I Premios Iberoamericanos a la cocina "más saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria".

Otro de sus proyectos es poner en marcha los "juegos olímpicos gastronómicos", en el que se concursará en una veintena de categorías, y que se celebrarían en 2019.

Simoe explica que Sao Paulo es una ciudad desarrollada en la que existe "un contraste muy fuerte" entre la riqueza y la pobreza, entre su núcleo y lo que la rodea: "solo en el estado de Sao Paulo hay más actividad económica que en toda Argentina porque hay mucha industria".

La idea de la capitalidad -que ya han tenido Mérida (España), Guanajuato (México) y Córdoba (España)- surgió hace cuatro años como una iniciativa de las academias correspondientes de México, Brasil, Argentina, Colombia, Perú, Chile y España a las que se han ido uniendo en ese tiempo Paraguay, Panamá, República Dominicana, Cuba, y Venezuela.

En el futuro se unirán, anuncia Ansón, Ecuador, Bolivia, Salvador y Costa Rica.

La RAG acaba de suscribir con el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación un protocolo general de actuación que establece las bases de cooperación en materia de promoción y difusión de la gastronomía española, entre ellas la iniciativa gastromarcaespaña, que se presentará en FITUR.

El presidente de la RAG subraya que es "el momento de la libertad" y de la defensa de algo en lo que España es "número 1 del mundo", la gastronomía.

"Francia nos ha obligado desde 150 años a comer sentados, dos platos y un postre y a beber el vino blanco con el pescado. Me rebelo contra esa rigidez. El hombre tiene que ser libre, hacer lo que quiera. ¿Qué es eso de esperar a que sirvan a toda la mesa para empezar a comer? El cocinero ha preparado su plato para que te lo comas cuando te lo pongan, a esa temperatura", sostiene.

Otra "norma académica", dice, sería que ya que el cocinero pone en el plato la cantidad que quiere, el comensal esté en su libertad de comer también solo lo que quiera.

"Otra cosa -matiza- es si uno mismo se sirve, en cuyo caso hay que comerse todo lo que hay en el plato".

Él, desvela en broma, siempre se pone poco, "por si acaso", y aunque come únicamente "lo que le da la gana", jamás tira comida: "hay que tener respeto a la comida y al esfuerzo del cocinero".

Lo "peor" que se puede hacer en la mesa, subraya, es "no hablar" porque, argumenta, "es el lugar donde se mantiene todavía la convivencia, es el auténtico hogar".

 

Fuente: EFE