Dulce Navidad

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Rafael Ansón
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Roscón de Reyes. (Foto: Rafael Ansón)

Roscón de Reyes. (Foto: Rafael Ansón)

Como ya he mencionado en alguna otra ocasión, es sabido que la Navidad se celebra gastronómicamente en todos los aspectos, pero quizá lo más típico, lo más representativo, son los postres, especiales y originales para
las fiestas navideñas.

Y hay que decir que España ha tenido mucho que ver en el enriquecimiento de esa dulce forma de celebrar la Navidad. Primero, por los postres con frutos secos o miel, inspirados y basados, casi siempre, en productos que venían desde el mundo árabe. Después porque, a raíz del Descubrimiento de América, España introdujo en Europa el cacao, un
ingrediente clave y protagonista de muchos dulces.

Dulces navideños en España

Cuando yo era pequeño, al hablar de turrones, se hablaba de dos: el blando y el duro, el de Jijona y el de Alicante. Y cuando se hablaba de mazapán, se hablaba de las “figuritas de mazapán”, que eran todas iguales.

Ahora, hay decenas de tipos y variedades de turrón, y lo mismo ocurre con el mazapán (el de las cajas, las empanadillas y cualquier otra forma de presentación).

Pero, además de los turrones y los mazapanes, hay otros dulces que son típicos de estas fechas, como los mantecados de Estepa, los polvorones de Antequera o los roscos de vino. También las peladillas, típicas de la Comunidad Valenciana y muy frecuentes en los hogares españoles en Navidad.

Y a ello hay que añadir, por supuesto, el famoso Roscón de Reyes, muy tradicional cuando llega el 6 de enero.

Variedad de turrones y mazapanes. (Foto: Freepik)
Variedad de turrones y mazapanes. (Foto: Freepik)

 

Roscones de Reyes

El Roscón de Reyes es un dulce típico del día de Reyes en España. Se suele comer el 5 y el 6 de enero, tal y como lo establece la tradición española, aunque también es típico de algunos otros países de Iberoamérica, en los
que se conoce como rosca de Reyes, rosco de Reyes o pastel de Rey.

Su origen se remonta a las Saturnales, unas fiestas paganas de los antiguos romanos, que daban entrada al invierno y se hacían en honor a Saturno, el dios de la agricultura. Estas festividades dieron paso a algunas de las costumbres que se conservan hasta nuestros días, entre ellas, la de introducir un haba en la tradicional torta de miel, frutos secos y dátiles, lo que era un símbolo de prosperidad.

Hoy en día, el Roscón de Reyes lleva dentro una figurita, que representa la fortuna, y un haba; quien encuentra el haba, deberá pagar el precio del roscón.

Panettone. (Foto: Rafael Ansón)
Panettone. (Foto: Rafael Ansón)

 

Dulces europeos

En Europa, también existen dulces tradicionales de Navidad. Por ejemplo, en Italia no hay celebración navideña sin el típico panettone. En Francia, es típico el bûche de Noël o el tronco de Navidad. En Irlanda, el plato navideño
por excelencia es el plum pudding.

Las galletas de jengibre se preparan, con diferentes recetas, en todo el centro de Europa, y también en los países nórdicos, especialmente en Noruega, donde reciben el nombre de pepperkaker.

Otro dulce típico en toda Europa es el vino especiado y caliente que se sirve en todos los mercadillos navideños; los joulutorttu finlandeses, unos hojaldres con forma de pequeños molinillos de viento y rellenos; o el makowiec polaco, un pan dulce relleno con semillas de amapola cocidas con leche y mantequilla.

Ponche navideño. (Foto: Freepik)
Ponche navideño. (Foto: Freepik)

 

Dulces iberoamericanos

En esta época del año, cada país tiene sus costumbres, y los dulces no pueden faltar en ninguna mesa.

En Argentina y Uruguay, el pan dulce y los turrones se hacen presentes en cada hogar; mientras que en Chile, el pan de Pascua, y una bebida llamada Cola de Mono, aportan dulzura y alegría a las fiestas. Colombia tiene sus natillas y buñuelos; y México, los tamales dulces y el ponche navideño.

En Perú, el panetón es una tradición importada que se ha hecho propia, acompañado de un buen chocolate caliente. Venezuela celebra la Navidad con dulces de lechosa y ponche crema; y en Brasil, el panetone y el pudim son los que aportan el toque dulce a estas celebraciones.

En Ecuador, son típicos los pristiños, que también se conocen como “frutas de sartén” porque se fríen en aceite hirviendo, y los buñuelos, que se comen, principalmente, en la sierra ecuatoriana.

En Portugal, es tradicional el Bolo Rei, muy parecido a nuestro Roscón de Reyes que, a diferencia de España, se come durante todas las Navidades. También las rabanadas, similares a nuestras torrijas, y los meixidos, una torta de vino, pasas y frutos secos.

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Rafael Ansón