El ceviche peruano ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. (Foto: Freepik)
Según la Unesco, el patrimonio cultural inmaterial de la humanidad “es un importante factor del mantenimiento de la diversidad cultural frente a la creciente globalización. La comprensión del patrimonio cultural inmaterial de diferentes comunidades contribuye al diálogo entre culturas y promueve el respeto hacia otros modos de vida”.
La idea surgió siendo Federico Mayor director general de la Unesco y, en 2006, entró en vigor. Desde el año 2010, se han ido incorporando ciertos aspectos de la gastronomía a la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, reconociéndose la importancia de la gastronomía como una manifestación cultural y social que refleja la identidad de una comunidad o una región.
Hace unos días, la Unesco declaró como Patrimonio Cultural Inmaterial al ceviche peruano, pasando a formar parte de una lista que, sin duda, seguirá enriqueciéndose con tradiciones gastronómicas únicas y singulares que no deben perderse.
La cultura gastronómica
La comida y las prácticas culinarias son parte integral de la cultura de un pueblo. La gastronomía no solo se trata de la preparación y el consumo de alimentos, sino también de las técnicas culinarias, los ingredientes utilizados, las tradiciones y rituales asociados, así como los conocimientos transmitidos.
Este reconocimiento sirve como una forma de promover y preservar las tradiciones culinarias y la diversidad gastronómica en todo el mundo. También contribuye al reconocimiento de la importancia de la alimentación y la dieta como componentes fundamentales para la salud y el bienestar de las comunidades.
Además, esta distinción impulsa la conservación de las prácticas culinarias tradicionales, la protección de los agricultores y pescadores locales, así como el fomento del turismo gastronómico sostenible, que contribuye al desarrollo económico y a la promoción de la cultura local.
En ese sentido, la Unesco ya ha declarado varias cocinas y prácticas culinarias como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En todas ellas, se reconocen los valores culturales y sociales, al margen de que su valor nutricional sea mayor o menor.
Cocinas declaradas como Patrimonio Cultural Inmaterial
Hasta la fecha, hay cuatro cocinas que han sido declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial: la cocina tradicional mexicana, la comida gastronómica de los franceses, la dieta mediterránea y la cocina washoku japonesa.
La comida gastronómica de los franceses fue inscrita en el año 2010, siendo la primera vez que una gastronomía entraba en esta categoría. La Unesco la describía como una práctica social en la que se reúnen los comensales para disfrutar del arte del buen comer y del buen beber.
También se incluyó, en 2010, la dieta mediterránea. La candidatura surgió en España, con la colaboración entre la Fundación Dieta Mediterránea y la Administración del Estado, y fue presentada en 2003 conjuntamente por España, Grecia, Italia y Marruecos. Esta distinción reconoce la importancia de la dieta y los hábitos alimentarios tradicionales en la región mediterránea y su contribución a la salud y el bienestar.
Este año, en los II Galardones Iberoamericanos de Gastronomía, el Aula de la Dieta Mediterránea recibió el Galardón a la Gastronomía Saludable por promover, desde una perspectiva sociosanitaria, una mejor y equilibrada alimentación.
Alejandro Bonetti, director del Aula de la Dieta Mediterránea, recogió el Galardón a la Gastronomía Saludable 2023 de la Academia Iberoamericana de Gastronomía.
En 2010, la Unesco también declaró la cocina tradicional mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, destacando la diversidad de ingredientes, técnicas y sabores utilizados en la cocina mexicana, así como su importancia como un elemento central de la identidad cultural de México.
Esta declaración se basa, en gran medida, en la importancia de su evolución en el tiempo, y explica por qué la Academia Iberoamericana de Gastronomía ha declarado como Capitales Iberoamericanas de la Cultura Gastronómica a varias ciudades mexicanas como Guanajuato, Puebla y, recientemente, Querétaro.
En 2013, la Unesco también incluyó en su lista representativa a la cocina washoku, palabra que se utiliza para designar a la cocina japonesa tradicional. Lo describía como una práctica social que forma parte de las tradiciones culinarias de los japoneses, en particular para festejar el Año Nuevo, basada en el respeto por la estacionalidad de los ingredientes y el equilibrio de sus elaboraciones.
Logotipo de la Academia Peruana de Gastronomía.
El ceviche peruano
Como decía, el pasado 6 de diciembre, se declaró como Patrimonio Cultural Inmaterial el ceviche peruano, uno de los platos emblemáticos de la gastronomía de este país, un plato que ha pasado de ser una receta a una técnica que recorre Iberoamérica.
Su reconocimiento servirá, entre otras cosas, para reforzar la identidad del país y destacar la labor de sus pescadores artesanales, productores agrícolas y cocineros tradicionales de todo el país.
El casabe, nueva candidatura
Y, entre las nuevas propuestas de Iberoamérica, se encuentra la elaboración tradicional del casabe. La iniciativa surgió en República Dominicana y, luego, se sumaron otros países como Cuba, Haití, Venezuela y Honduras.
Con ello, se busca resaltar el valor cultural y la historia de este alimento tradicional. El casabe, un pan delgado elaborado a base de yuca, fue parte fundamental en la alimentación de los aborígenes de la región caribeña, y su preparación se extiende a varios países de la región.