Octubre es para los peruanos una suerte de Navidad anticipada. Mucho antes incluso de que empiece el Adviento, quienes pueblan la antigua civilización inca van tachando el calendario en espera del mes morado. El décimo del año trae consigo una de las mayores celebraciones populares de Perú: la procesión del Señor de los Milagros.
De origen religioso, la fiesta ha devenido un momento dulce que saca a relucir uno de los platos típicos de la repostería peruana: el turrón de Doña Pepa. De ahí que, no se deje engañar nadie, la ansiedad por que sea octubre lleva un buen porcentaje de gragea y confites.
Cuenta la leyenda que en el siglo XVIII, una esclava con una grave parálisis en los brazos, acudió al Cristo de Pachacamilla en busca de un milagro. Tras ser sanada, como gesto de gratitud, creó este dulce emblemático, símbolo de tradición. En consecuencia, ha sido por mucho tiempo un dulce clásico de los conventos.
Otras, dicen que fue una señora, quien se la ofreció al virrey y desde entonces lleva su nombre. Mito o realidad, lo cierto es que a día de hoy todo peruano, tiene algún trozo en casa e incluso sea inspiración de festivales. Es el caso de la Feria del Turrón de Doña Pepa, una cita anual que en este 2024 llega a su cuarta edición. Se trata de un espacio de exhibición de las mejores versiones del dulce. Así, han derivado versiones con frutos secos, chocolate, ajonjolí, etc.
Pero, no será necesario un boleto a Lima para probarlo, aquí te contamos cómo hacerlo.
Un turrón a base miel y grageas
El turrón de Doña Pepa tiene una receta única y especial, que comienza con una masa suave hecha a base de harina de trigo, manteca, huevo, leche y canela. Aunque también se le puede añadir anís en grano y ajonjolí y para la llamada chancaca o panela: agua, canela, clavo de olor, cáscara de naranja y piña, limón y azúcar.
Preparación:
1. Lo primero es mezclar los ingredientes secos, añade la manteca y las yemas, forma la masa y déjala reposar. Luego, haz varillas y hornéalas hasta que estén doradas.
2. Cocinar la chancaca con agua, especias y azúcar hasta obtener una miel espesa. Cuela la mezcla y añade jugo de limón.
3. Forma capas con las varillas, baña cada una con la miel
4. Decora con grageas y confites.