Hace más de dos siglos que la familia Eíriz decidió apostar por la tradición del jamón ibérico. Enclavados en el pequeño pueblo de Corteconcepción, en la Sierra de Aracena de Huelva, España, sus fundadores no pudieron tener mejor elección. Es en estas tierras donde se produce el jamón más caro del mundo, al ser hábitat de algunas de las mejores dehesas de cría del cerdo ibérico.
Así, surgió Jamones Eíriz, una de las más antiguas casas de jamón, hoy un referente de calidad y autenticidad dentro de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Jabugo. Hoy, la marca avanza hacia la sexta generación de una empresa tradicional que elabora jamones de bellota y embutidos de forma completamente manual.
"Exportamos nuestros productos a toda Europa. El jamón de Jabugo tiene características muy singulares porque se elabora exclusivamente con jamón de bellota 100% ibérico; no se admiten cruces de ninguna clase. La curación se realiza en bodegas que están dentro del Parque Natural y Reserva de la Biosfera de la UNESCO, en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, un área de 29 pueblos con una climatología única y una influencia atlántica que le da a nuestro jamón un carácter muy especial. Al paladar, el jamón tiene una complejidad y unos matices adictivos; cuando pruebas un plato, tus papilas gustativas siguen pidiendo más sin saciarte", dice con orgullo Domingo Eíriz, gerente de Jamones Eíriz.
En los últimos años han decidido que además de deleitar con sus productos, sean sus fincas un espacio en favor del reconocimiento de la riqueza de este símbolo de la gastronomía española y un incentivo al turismo rural.
De ahí que sean parte imprescindible de la Ruta del Jabugo, un proyecto concebido como experiencia inmersiva que lleva a los visitantes a descubrir todos los secretos de este jamón. Las visitas cubren la dehesa, la bodega y la cata. Al respecto, Domingo comenta que se trata de una iniciativa que ayuda a desestacionalizar el turismo: "Lo interesante de esta ruta es que, según la época, el proceso en la bodega es diferente. Esto ofrece al visitante una experiencia muy completa y rica. Además, es un producto que atrae al cliente internacional, especialmente en países donde el jamón no se produce de la misma manera".
El itinerario abarca desde pueblos del Parque Natural Sierra de Aracena hasta los Picos de Aroche. Así busca implicar al visitante en la belleza natural del paraje y su rica herencia cultural. La dinámica es muy inmersiva, permite ver y entender el proceso en un intercambio directo con sus productores, señala Belén Reyes Núñez, responsable de las visitas guiadas de la empresa. De esta forma, se logra un turismo especializado y muy interesado en la gastronomía local.
"El recorrido comienza en la dehesa, donde el visitante conoce a los cerdos y aprende sobre su alimentación, su hábitat y la raza. Luego vamos a la fábrica y a las bodegas, donde ven todo el proceso de curación, interactúan con los trabajadores y terminan con una cata. Los clientes salen con un concepto totalmente nuevo, sabiendo cuánto tiempo y esfuerzo lleva el proceso, y entendiendo el valor del producto", añade Reyes Núñez.
La Ruta ya ha dado sus frutas, este año ha sido declarada de interés turístico regional. De manera que resulta un ejemplo de cómo el valor de la gastronomía puede potenciar las cualidades del turismo beneficiando también a hoteles, restaurantes, tiendas, y bares de la zona.