photo MARTIN MENDEZ ©️ 2023 / HEROES AGENCY
La World Class Competition 2023 finalizó este martes con un ganador. David Navarro, de Lab84, se coronó como el mejor bartender de España después de una final celebrada en el Hotel Madrid Edition. Hablamos con él sobre este reconocimiento, que viene después de muchos años de trayectoria y formación.
Cuéntanos. ¿Qué se siente al recibir un premio como este?
Si te digo la verdad, aún lo estoy digiriendo. Son muchos años intentándolo y siempre he estado cerca, esta es mi cuarta final y soy el segundo en España en hacer cuatro finales, pero casi nunca te lo acabas de creer que puede llegar a pasar. Cuando pasó no me lo creía, y ahora tengo muchas ganas e ilusión de seguir adelante. Es un reconocimiento a lo que hago cada día y que me gusta, así que hay mucha emoción.
¿Cuántos años llevas participando y por qué decidiste inscribirte por primera vez?
Participando llevo nueve años, seis ediciones. La primera vez lo vi como un reto, me habían hablado de ello, lo había visto pero no me había atrevido. Gracias a Miriam Izquierdo, que fue una de las jurados en ese momento, me apunté. Después de una masterclass ella me dijo: “inténtalo, al final no es ganar, sino que es el camino para aprender”. Decidí hacerlo y tuve suerte desde el primer año de llegar a la semifinal territorial. Llegué y me encontré con bartenders muy reconocidos y pensé, “qué hago aquí”. Pero salió muy bien aunque no ganara. Fue un momento en el que vi que, aunque había gente muy buena, yo también podía hacerlo.
¿Cómo ha sido tu trayectoria a lo largo de estos años antes de ser ganador?
El primer año el sistema era diferente, porque era por territorios. Al año siguiente no me presenté y al año siguiente llegué al top 20 en la semifinal nacional. Después llegué a la final y fue uno de los momentos en los que he sido más feliz dentro de World Class, porque después de tanto intentar lo conseguí. Tras ello, he hecho las cuatro semifinales seguidas, interrumpidas por 2020 porque no hubo competición por culpa del Covid.
“Yo siempre he abogado porque la coctelería no debe ser solo de capitales”
Queríamos saber un poco sobre tu historia en el mundo de la coctelería. ¿Qué te hizo querer adentrarte en él?
Yo estudié derecho, soy jurista de formación. Cuando acabo las prácticas profesionales y me gradúo con matrícula de honor, me doy cuenta de que no es el mundo al que quiero dedicarme. Cuando acabó la carrera pasó un año en el que no sabía por dónde ir. Acabé en una escuela de hostelería en Manresa, de la que han salido cocineros como por ejemplo Jordi Cruz. Allí hice un curso de bebidas y destilados, y salí pensando en lo mucho que me gustaba. Fui a la escuela superior de hostelería de Barcelona a estudiar sumillería, y ahí me di cuenta de que no sabía tanto. La gracia es que al final del segundo curso nos llevaron a ver una charla del propietario de Martini. Aquel día me fascinó y empecé a comprar libros en Estados Unidos para aprender coctelería. Ahora tengo Lab84, mi proyecto personal.
¿En qué consiste ese proyecto personal?
Lab84 es mi proyecto aquí en Manresa. Yo siempre he abogado porque la coctelería no debe ser solo de capitales. Buena coctelería en lugares pequeños tiene que ser posible. La coctelería es una rama más de la gastronomía que está creciendo y se puede hacer en todas partes. Lo que hemos hecho es un pequeño bar en el que queremos hacer coctelería de autor, un bar que esté a un alto nivel. Hoy inauguramos una barra en la Torre Busquet, la cual reabre después de un tiempo cerrada. Es un concepto nuevo en el que habrá cocina de la mano de Ca l'Amador y la coctelería, que la llevaremos nosotros. También habrá otra barra con vinos y cervezas también llevada por gente de Manresa.
Dices que el mundo de la coctelería en España está creciendo, ¿consideras que no hay tanta cultura de cóctel como en otros países?
Evidentemente. También lo achaco a la cultura del vino que tenemos. En España, Francia e Italia hay una cultura del vino muy grande, con muchos siglos de tradición. Si que considero que ha habido un cambio en los últimos catorce años en España en relación a la coctelería, ha pasado de ser algo un poco más encorsetado a algo más serio, relacionado con la formación. La coctelería en sí es muy seria, pero ahora la gente está mucho más informada y está al alcance de todos. También pasaba antes con el vino, que si la gente no sabía pensaba que no podía consumir. También es un trabajo de los bartenders y las marcas, de toda la comunidad coctelera española, hacer que sea más conocida.
Después de tantos años de trabajo y formación, ¿qué crees que es lo que debe tener un buen bartender?
Un buen bartender tiene que tener varias cosas. Lo primero es formación, sobre todo en coctelería clásica. No podemos inventar la carta por el tejado. Se necesita formación en bebidas y destilados, también en gastronomía. Hay que aprender mucho de los cocineros. También hay que ser una persona empática, con vocación de servicio y de estar con la gente. Yo siempre digo que un barman acaba siendo cocinero, pero delante de las personas. Es un showcooking constante. También es importante la curiosidad.
¿Qué le dirías al David que hace nueve años se presentó por primera vez a la World Class Competition?
Le diría que disfrute del camino, que no se presione. Lo importante es seguir intentándolo, caerte y luego levantarte. Al final la gracia de World Class ha sido todos los amigos que me he llevado y todo lo que he aprendido. Al final en la vida no siempre se gana, lo más normal es perder. Y no pasa nada, hay que seguir intentándolo y algún día llegará. Si no llegas, te llevas todo el camino.