EI I Congreso Europeo de Derecho y Gastronomía inagurado este 19 de febrero ha sido, sin lugar a dudas, una de los platos fuertes de la primera jornada de HIP 2018. Impulsado por la Real Academia de Gastronomía y Cremades&Calvo Sotelo Abogados, con la colaboración de la Federación de Asociaciones de Cocineros y Reposteros de España (FACYRE), en la cita cocineros y juristas han coincidido sobre la necesidad de establecer un espacio jurídico que atienda las especificidades del sector.
La motivación para idear este encuentro internacional, explican los organizadores, se halla en la necesidad de que el sector y la industria gastronómica consigan, desde un punto de vista jurídico, la debida organización, sistematización y articulación normativa. En las últimas décadas, la evolución de la gastronomía ha dejado cuestiones sin regulación jurídica, tales como la protección de los derechos de autor sobre los platos o las estadías de formación que cocineros, profesionales o no, hacen gratuitamente en restaurantes.
Por ello, durante las mesas de trabajo del I Congreso Europeo de Derecho y Gastronomía se hizo énfasis en diversos temas, como la actividad profesional y empresarial, la propiedad intelectual de las creaciones gastronómicas, la competencia, los aspectos laborales, la calidad alimentaria, la incorporación de la gastronomía y la nutrición al sistema educativo o el papel fundamental de la Administración a la hora de intervenir en este campo mediante la producción normativa (alimentaria, sanitaria, formativa, etc.).
I Congreso Europeo de Derecho y Gastronomía
Tras la realización de un desayuno saludable la inauguración del Congreso Europeo de Derecho y Gastronomía estuvo presidida por el Ministro de Justicia, Rafael Catalá Polo; Rafael Ansón, presidente de la Real Academia de Gastronomía y de la Academia Iberoamericana de Gastronomía y Javier Cremades, presidente de la firma Cremades & Calvo-Sotelo.
En la inauguración del I Congreso Europeo Derecho y Gastronomía @FACYRE @cremadescsotelo @RAGinforma El Derecho está presente en todos los ámbitos de la vida, también en la gastronomía donde es imprescindible contar con un marco normativo que ofrezca seguridad jurídica pic.twitter.com/SGADvoLD64
— Rafael Catalá Polo (@RafaCatalaPolo) 19 de febrero de 2018
Mario Sandoval, presidente de Facyre (Federación de Asociaciones de Cocineros y Reposteros de España, con casi 9.000 asociados en España) ha dado la bienvenida a una iniciativa que busca resolver "el vacío legal de los cocineros y del sector", tras lo que ha entregado sendas chaquetillas de cocineros a Catalá y a Cremades.
Se han abordado temas tan destacados como la aplicación de los derechos de autor a la cocina para evitar el plagio, la regulación de los "stagiaires" o cocineros en prácticas, la protección de los derechos alimentarios de los consumidores y la necesidad de impartir educación alimentaria como una materia más dentro del currículo escolar. Se ha planteado también si se podrían proteger recetas tradicionales como las de la paella o el gazpacho para evitar que se desvirtúen.
Este I Congreso Europeo de Derecho y Gastronomía es el primer paso de lo que esperan se convierta en una ley Integral de Gastronomía, ha dicho el presidente del bufete, Javier Cremades, para lo que también se ha puesto en marcha la Asociación Europea de Derecho y Gastronomía. El letrado ha expuesto que España, que "junto con Francia tiene la primera industria gastronómica del mundo", "debe avanzar más en su legislación, porque no tiene una ley específica para proteger a cocineros y consumidores".
"Queremos crear una especie de ''lobby'' para que el legislador español acompañe a la industria gastronómica y a sus líderes, crear un programa estable de estudio del derecho de la gastronomía que dirigirá el exministro César Antonio Molina y mantener anualmente este congreso para que sea un poso de reflexión" ha expresado.
Según Cremades, otra tarea pendiente del legislador en España, tras la declaración de la dieta mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2010, es protegerla como Bien de Interés Cultural para "blindarla de iniciativas extravagantes de un ayuntamiento o un parlamento autonómico", iniciativa que se trasladará a los grupos parlamentarios.
El presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Ansón, ha asegurado en el I Congreso Europeo de Derecho y Gastronomía que el Ministerio de Justicia se ha comprometido a "estudiar las conclusiones" de este congreso, que también se enviarán a Bruselas.
En representación del sector de la gastronomía han intervenido en el Congreso Europeo de Derecho y Gastronomía profesionales tan destacados como los cocineros Pedro Larumbe, Juan Antonio Medina, Roberto Capone o Mario Sandoval. A juicio de este último, es importante que "se inicie un proceso de protección a la gastronomía, a los autores y a la comida española, como la tapa, y también a nuestras costumbres y nuestra cultura que es lo que defendemos cada día en nuestros restaurantes".
El letrado Julio González-Soria ha recordado que la finalidad del derecho de autor es "proteger a quien contribuye al crecimiento de la ciencia y de la cultura, y la creación culinaria cumple esos requisitos y tiene derecho a la protección".
De cualquier manera, previamente habría que determinar "qué creación culinaria es artística, porque no todas lo son", tarea a la que conminó a las asociaciones del sector.
De este modo, esas platos quedarían amparados por la Ley de Propiedad Intelectual, que contempla como objeto de protección todas las creaciones originales literarias, científicas o artísticas expresadas por cualquier medio o soporte tangible o intangible.
González-Soria ha advertido de que el proceso puede ser largo, por lo que también ha sugerido la vía de la patente o la del "autocontrol del sector", que, según ha apuntado el también letrado Santiago Robert, podía formalizarse a través de un código deontológico.
Alfonso Morodo, de Global Premium Brands, ha criticado en el I Congreso Europeo de Derecho y Gastronomía que la legislación actual no permite registrar conceptos como el de su "ginebra mediterránea", mientras que el sistema de producción London dry sí esta protegido por la normativa británica. "Eso ha hecho que nuestra ginebra mediterránea Gin Mare ya tenga copias en España y en el extranjero, y es frustrante ver cómo no hay forma de proteger un trabajo de desarrollo".
Sobre el tema de la regulación laboral de la hostelería, el cocinero Pedro Larumbe (El 38 de Larumbe, Madrid), ha recordado que, cuando comenzó a trabajar, "era casi un lujo que te dieran de alta en la Seguridad Social" y, aunque hoy "la cosa ha cambiado mucho", aún quedan "lagunas" como la regulación de las estadías o las prácticas, además de cierto "desfase" entre la realidad de los restaurantes y la formación de las escuelas de hostelería.
Larumbe ha defendido que las estadías son "formación" en una profesión en la que "no vale el toreo de salón, hay que ponerse con un cuchillo y una cebolla", postura que ha compartido su colega Roberto Capone, del programa "Las rutas de Capone" de La 2, ya que "los chicos quieren aprender; no vienen a trabajar gratis, vienen a hacer practicas".
Aunque se ha hablado de figuras como las becas no remuneradas y las prácticas extracurriculares, los juristas han reconocido la existencia de "ciertos vacíos legales por la singularidad de la actividad gastronómica", por lo que la magistrada del Tribunal Supremo Rosa María Violés ha sugerido "establecer una categoría concreta en el convenio colectivo".
No obstante, ha defendido que, "aunque no cobre lo mismo que un chef, los 'stagiaires' sí tienen que cobrar y no menos del salario mínimo interprofesional".
La presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), María Ángeles Carmona, ha analizado la hostelería desde una perspectiva de género para denunciar que, si la invisibilidad de la mujer "es una realidad en todos los sectores profesionales, en éste es el doble".
Carmona ha explicado que ahora que la figura del cocinero ha adquirido relevancia social "el machismo imperante impide que se dé visibilidad a la mujer" que practica una profesión de "mucha exigencia" que hace "muy difícil" conciliar la vida profesional y familiar, "y la mujer sigue teniendo la responsabilidad doméstica".
Tras criticar que "la RAE no reconoce la palabra chefa", ha recordado que "de los 195 restaurantes con estrellas Michelin sólo 18, un 9,2 por ciento, tienen una mujer al frente".
Fuente: La Vangardia, ABC