Con la Navidad los excesos de comida son cada vez más frecuentes. Por mucho que intentamos ajustarnos a las cantidades que necesitamos, siempre acabamos cocinando de más y el resultado es, en la mayoría de las ocasiones, el desperdicio alimentario.
En estas fechas, el mejor propósito es hacer una buena planificación de la cesta de la compra y evitar que el 25% de la comida que se adquiere acabe en la basura. Y es que en Navidad, el 42% del total del desperdicio se produce en los hogares.
Para evitar el derroche de alimentos y reaprovechar el excedente, desde AECOC han preparado el calendario Calendario para una Navidad sin desperdicio, con 9 propuestas contra el despilfarro de alimentos. Una campaña que fomenta un consumo equilibrado donde la previsión, la organización y la imaginación son esenciales para lograr el aprovechamiento de la comida.
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Claves para una Navidad sin desperdicio
22/23 de diciembre. Las compras navideñas
Es la fecha que muchos consumidores eligen para hacer la compra. Un buen consejo es revisar qué tenemos en la nevera y despensa antes de ir a hacer la compra. También conviene tener previstos los menús que vamos a preparar para realizar una compra adecuada; así como tener en cuenta los gustos de los comensales, especialmente si entre ellos hay niños.
24 de diciembre. Planifica bien la cena, sirve las raciones adecuadas
Pistoletazo de salida a las reuniones familiares, llega la Nochebuena. Si la celebras en casa sirve raciones adaptadas a cada comensal para evitar que los restos del plato acaben en el cubo de la basura. Es mejor repetir que derrochar.
25 de diciembre. No te cortes y solicita una caja para la comida que no has consumido
En el caso de que celebres la Navidad fuera de casa, te recomendamos que no tengas reparos en pedir una caja para pedir todo lo que no hayas podido disfrutar en el local. Es una excelente manera de reaprovechar los alimentos y reducir el desperdicio alimentario en los restaurantes.
26 de diciembre. Los alimentos tienen segunda vida
Seguro que habrá sobrado comida del día de Navidad y puede ser un suculento plato para el día siguiente. Nuestra gastronomía está llena de exquisitas recetas de aprovechamiento. ¿Quién no ha degustado unas sabrosas croquetas o unos canelones hechos con los ingredientes del caldo de Navidad? Es una oportunidad para reinventar nuevos y originales platos reaprovechando los excedentes del día anterior.
27 de diciembre. Mejor congelar que tirar
Una opción para no desperdiciar la comida que sobra en la mesa es congelarla. Muchos de los alimentos conservan las mismas propiedades y sabor. Pero hay que tener cuidado al descongelar, se debe hacer a temperatura ambiente y evitar los cambios bruscos de temperatura.
28/29 de diciembre. Todo en orden para cerrar el año
La mejor manera de prepararse para el nuevo año es hacerlo con orden. Distribuir bien los alimentos en la nevera para saber los productos de los que dispones es muy útil. También colocarlos de manera que se puedan conservar mejor. Por ejemplo, en la zona más cálida, la que se mantiene entre 6 y 10 grados, deberían ir alimentos como huevos, leche, mantequilla, frutas y legumbres frescas. La zona más fría, que llega a cuatro grados bajo cero, es la ideal para conservar carnes y pescados, postres lácteos y alimentos en proceso de descongelación.
30 de diciembre. Recuerda la importante diferencia en las fechas de los productos
Revisa y ten en cuenta los consejos de conservación de los alimentos que se muestran en las etiquetas para evitar que se estropeen. Fecha de caducidad y consumo preferente son dos conceptos que no deben confundirse. Mientras la primera advierte sobre el día límite a partir del cual el alimento no es adecuado para el consumo desde el punto de vista sanitario, el consumo preferente hace referencia al tiempo en el que el producto mantiene intactas todas sus propiedades (aroma, textura, sabor…).
31 de diciembre. Cierra un año redondo
Tanto si optas por cenar en casa como por salir fuera a celebrar el fin de año, recuerda los consejos anteriores para cerrar así un año con menos desperdicio.
Fuente: AECOC
