Javier de la Fuente empieza hablándonos de una de las cosas que más echamos de menos durante esta cuarentena: el sonido de los bares, de la gente, del ambiente en que compartimos la gastronomía con nuestros seres queridos. Para reforzar la añoranza, nos pone un clip de sonido que nos sumerge en la barra de un bar… Y así introduce y demuestra la fuerza de la radio, un medio que, a diferencia de la de otros medios de comunicación como internet o la televisión, no es audiovisual.
La vista es uno de nuestros sentidos más desarrollados, y uno a los que más fiabilidad damos. Además, vivimos en un momento social cuyos contenidos más consumidos son vídeos, ya sea en YouTube o a través de las redes sociales. No es de extrañar, por tanto, que los medios que incorporan imagen sean los dominantes en el mercado. Aun así, es importante recordar que esto no significa que los otros (tanto sentidos como medios) sean más débiles.
El oído es uno de los sentidos que más información nos aporta cuando no vemos algo. Somos, por ejemplo, perfectamente capaces de detectar sonidos que ocurren fuera de nuestro campo de visión; y también sabemos usar nuestra imaginación para averiguar qué está cocinando alguien si oímos cascar un huevo, batirlo, y el silbido de una sartén caliente.
Es precisamente esta capacidad de imaginación con la que juegan en el programa Laboratorio Gastronómico, del que Javier es director y presentador. En sus entrevistas a chefs, personalidades del sector de la hostelería, y otros personajes menos conocidos como los científicos que innovan en los productos de alimentación, intentan siempre potenciar la realidad acústica con palabras. Su metodología principal es la descripción, una ayuda verbal a cada sonido para contar las imágenes con palabras y facilitarle el trabajo a la creatividad de cada oyente.
Para que acabemos de entender cómo funciona esto de “potenciar la realidad acústica con palabras”, Javier nos pone una serie de sonidos de cocina. Intuimos que se está cortando una verdura, que se está removiendo el contenido de una sartén, que se abre un paquete hermético… Pero no tenemos ni idea de lo que se está cocinando realmente. Después, nos repite los mismos sonidos mientras nos va narrando una saludable receta de tofu con huevo y verduras salteadas.
Las herramientas del trabajo de radio son grabaciones de ruidos de fondo, descripción, y muchos adjetivos. Con ellas, Javier y sus compañeros ayudan a nuestra imaginación a hacerse una composición de lo que está ocurriendo en la cocina en cuestión. Nos despide esperando haber logrado dejarnos una idea de cómo transmitir la gastronomía a través de las ondas, y del auténtico poder de la imaginación para seducir oídos y mentes.
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“La realidad de la radio tiene su encanto: creamos imágenes mentales y damos rienda suelta a nuestra imaginación”.
“Mi objetivo era dejaros una idea mucho más clara de cómo podemos transmitir la gastronomía que vivís, sentís, veis, oléis y degustáis a través de las ondas; y de cómo la radio utiliza nuestra imaginación y ninguna imagen para conseguir seducir vuestros oídos y vuestras mentes”.
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