Turismo gastronómico: Viajar de bocado en bocado

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Gabriela Sánchez
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Turismo gastronómico

Viajar ya no es solo una cuestión de paisajes, monumentos o playas. Hoy descubrir nuevos parajes implica también saborearlo, porque en sus comidas va una parte esencial de su identidad. Así, el turismo gastronómico ha cobrado auge en el gusto de viajeros de todo el orbe. Bien a través de mercados locales, restaurantes tradicionales o incluso en clases de cocina. Este 27 de septiembre, en el Día mundial del Turismo, rendimos homenaje a esa rama donde cada bocado cuenta una historia.

Mucho más que comer

Según la Organización Mundial del Turismo, el turismo gastronómico es “un tipo de actividad turística que se caracteriza porque el viajero experimente durante su viaje actividades y productos relacionados con la gastronomía del lugar. Además de las experiencias culinarias auténticas, tradicionales y/o innovadoras, el turismo gastronómico también puede incluir otro tipo de actividades, como visitar productores locales, participar en festivales gastronómicos o asistir a clases de cocina”.

De ahí entonces que el turismo gastronómico no se limite al disfrute culinario, sino que la experiencia va de probar ingredientes, texturas y olores nuevos, pero también de fomentar el consumo de productos locales, y el apoyo a los pequeños negocios. En ese sentido, no son pocos los sitios que emergen o amplían constantemente su oferta, reinventan recetas ancestrales en busca del interés de los viajeros.

Rutas de turismo gastronómico más populares

De América, un destino icónico por su gastronomía es México. Si bien cada estado tiene sus productos distintivos, el plato más clásico son los tacos. De hecho, a lo largo de la nación existen rutas especializadas, donde se puede degustar un abanico de rellenos como: cochinita pibil, frijoles o carnes asadas. Otro país con una gastronomía que todos deberíamos probar alguna vez  es Argentina, donde el asado es el protagonista indiscutible y su bebida, el vino.

Del otro lado del océano Atlántico, también hay destinos gastronómicos clave. Uno de ellos es España, cuyas rutas de tapas figuran entre las experiencias que pasar por alto supone un pecado. Es común que los viajeros recorran diversas zonas de la ciudad, probando pequeñas porciones de jamón ibérico, queso manchego y las famosas patatas bravas. Las tapas son el alma gastronómica de la cultura española. 

Mientras, en el caso de otra nación europea, Inglaterra, la tradición de la ruta gastronómica es un poco más ligera, pero muy ligada a su esencia. Aquí es el ,  símbolo de hospitalidad y elegancia, el que mueve los hilos, acompañado de pequeños bocadillos y pasteles. 

Por otra parte, en el continente asiático, si hay un destino imprescindible es Taiwán. Aunque el sushi se puede degustar en casi cualquier paraje del orbe, nada mejor que en sus restaurantes con vistas panorámicas al mar.

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Gabriela Sánchez