La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el organismo no procesa bien la glucosa en la sangre (glucemia). Esta afección metabólica surge de una secreción anómala de la hormona de la insulina, producida por el páncreas. Durante el Día de la Diabetes, cada 14 de noviembre, hay una jornada para la difusión del conocimiento de una enfermedad silenciosa que afecta a millones de personas por todo el mundo.
Las personas que sufren de diabetes deben llevar un estilo de vida concreto, mientras que no es una enfermedad mortal si se cuida de forma adecuada. En 2017, 425 millones de personas fueron diagnosticadas con diabetes, lo que implica que no se trata de una dolencia aislada, mientras que sí es cada vez más común, pues según datos de la ONU, en 1980 tan solo eran 105 millones las diagnosticadas. Este aumento también se debe a un mayor acceso a la medicina de forma generalizada.
Los cuatro pilares de la diabetes: dieta, medicación, educación y ejercicio físico
La más importante es la dieta. Aunque el procesamiento de la glucosa no es algo que las personas podamos controlar a placer, sí está en nuestra mano que no existan picos dañinos más allá de la toma adecuada de la medicación, otro de los pilares más importantes y fundamentales. La diabetes debe tratarse médicamente.
La glucosa es la forma en la que se traduce el azúcar a la sangre. Para atenderla, tanto en uno mismo como en los seres queridos, la mejor opción es tener agujas de insulina (siempre recetadas por el médico), así como asegurarse de que los sensores medidores de azúcar que se adhieren a la piel funcionen correctamente.
Si la dieta se descuida, pueden aparecer enfermedades como la obesidad, que nos hagan proclives a sufrir diabetes o a empeorarla. Otros factores que deben tenerse en cuenta en cuanto a la diabetes son el nivel de colesterol, los triglicéridos y la tensión arterial.
El control del peso es esencial, por lo que la realización de ejercicio físico es muy importante, siendo una vez al día lo recomendable. Para prevenir hipoglucemias provocadas por el esfuerzo físico prolongado, los frutos rojos, manzanas o mandarinas y el yogur natural, en medidas razonables, pueden ser una buena idea.
Deben hacerse 5 comidas al día, evitando el ayuno y atendiendo a los intervalos entre comidas. Es aconsejable, según la Fundación Española del Corazón, evitar los alimentos fritos, mientras que el consumo de hortalizas suele recomendarse, así como la abundante ingesta de agua cada día, limitar el consumo de alcohol y no abusar de edulcorantes artificiales.
Durante las comidas principales (desayuno, comida y cena), se recomienda comer cereales, ingredientes integrales, frutos secos y legumbres, para evitar los picos glucémicos.
De todas formas, desde Excelencias Gourmet aconsejamos visitar a un médico en caso de creer que puede padecerse diabetes, así como seguir los consejos de un nutricionista especializado.