Nada hay como lograr combinar exquisitamente la suculenta y sublime mesa de Nochebuena o de Fin de Año con los más variados vinos espumosos, los cuales pueden acompañar casi todas las comidas.
Celebrar con un champagne, de inconfundible sello de identidad; un cava, célebre por su transformación a la virtud; el asti espumante, único en su personalidad; el sekt y su generoso sabor, o un sparkling wine aromático y equilibrado, es una costumbre que ha ido creciendo a lo largo de los tiempos en la cultura mundial.
Los vinos espumosos pueden acompañar un menú completo, dependiendo de sus características, aunque a medida que el sabor, la consistencia y la salsa de los platos se hacen más fuertes, también el vino espumoso ha de presentar más estructura y complejidad.
• Aquellos que solo son Chardonnay sin adiciones, y por supuesto Brut o Brut Nature, hermanan muy bien con entremeses delicados, jamón ibérico o a la marinera y platos de pescados con salsas blancas muy afables.
• Todos los espumosos brut se prestan a una amplia gama de combinaciones, menos con los postres. Los de aromas afrutados que coexistan, como Chardonnay, Pinot Noir y Meuniere, coordinan muy bien con los soufflés, ostras con caviar, ensalada navideña, o platos de la gran cocina, en especial de pescados y carnes blancas.
• Fino y elegante, un Brut Rosé es excelente como aperitivo, se puede servir en toda una comida distinguida con carnes blancas, faisán, pollo y guarniciones ligeras, o quesos tiernos y soufflés.
• Los frescos y seductores brut elaborados con Pinot Noir y Pinot Menier “Réserve” se pueden beber durante todo un menú esmerado, con alimentos delicados sin exceso de grasa.
• Los Brut Millésimé, distinguidos y con carácter, por lo general se utilizan en todo la comida, exceptuando los postres.
• Persistentes pero elegantes, los fabricados con Pinot Blanc y Pinot Nero pueden acompañar platos de carne, verduras y pescados siempre que sean delicados.
• Los espumosos semi secos o dulces, demi sec o doux, son los camaradas excelentes para un final dulce y apacible, con postres navideños como los mazapanes, Roscón de Reyes, Flan de Turrón, Natilla de Nueces, Panettone y Buñuelos de la Abuela.