He tenido la oportunidad, y la suerte, de seguir la aventura de los hermanos Sandoval desde sus inicios hasta la fecha. Desde la casa de comidas que sus padres tenían en Humanes hasta la semana pasada, que organizaron un almuerzo para 400 personas, en su finca de El Jaral de La Mira, con el fin de recaudar fondos para la Fundación de Mario Vargas Llosa. Un gran almuerzo en un entorno privilegiado y con una magnífica organización.
Los hermanos Sandoval
Los Sandoval son cuatro hermanos, tres de los cuales se dedican a la gastronomía (el otro, José Ramón, es entrenador de fútbol).
El primogénito, Rafael, era torero y estuvo varias tardes en Las Ventas pero, llegado el momento, cuando su hermano Mario se convirtió en un gran chef, se dio cuenta de que su vocación era colaborar con él y contribuir a crear uno de los mejores restaurantes de España. Rafael se ocupa de la dirección de la bodega y es uno de los grandes expertos en vinos de este país.
El otro hermano, Diego, estuvo siempre más enfocado en la gestión del restaurante y en las tareas propias del servicio de sala. En la actualidad, es el Director de Sala de Coque.
Fue en Humanes, ese pueblecito de Madrid, donde Coque consiguió las 2 Estrellas Michelin y los 3 Soles Repsol, que se mantienen en la actualidad en su local de la calle Marqués de Riscal. Un local cuya belleza interior corresponde, en gran medida, al arquitecto interiorista Jean Porsche y que los hermanos Sandoval han convertido en una de las experiencias gastronómicas más interesantes no solo de España, si no de Europa. Realmente, es como asistir a una obra de teatro en seis actos.
Mario, Rafael y Diego recibieron el Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Chef, al Mejor Sumiller y al Mejor Director de Sala, respectivamente.
Cátedra Vargas Llosa
Hace unos días, organizaron un almuerzo en El Jaral de La Mira, la finca que tienen los hermanos Sandoval, desde hace unos años, en El Escorial, para recaudar fondos para la Fundación Internacional para la Libertad que preside Mario Vargas Llosa. Y, de paso, festejar sus 85 años y el 10º aniversario de la Fundación.
Con el título "Un encuentro por la Cultura en Libertad", presentaban una nueva etapa de la Cátedra Vargas Llosa, dedicada a fomentar la cultura y la literatura, apoyar la nueva creación literaria iberoamericana y defender la libertad y la cultura independiente.
Al acto acudieron representantes del mundo de la cultura y la educación, políticos, empresarios y periodistas.
Almuerzo en El Jaral
Lo que más me llamó la atención fue la extraordinaria capacidad de organización del evento para 400 personas.
Como Mario Vargas Llosa es peruano, el aperitivo fue en la pequeña plaza de toros que tiene la finca, una faena de tentadero a cargo, nada más y nada menos, que del torero peruano Roca Rey, sin duda, uno de los mejores del mundo en este momento. Roca Rey toreó perfectamente vestido de calle.
Después hubo un aperitivo, impresionante. Entre los cócteles, destacaría el macaron de pimentón con torta del casar, la gilda premium de anchoas de Santoña y aceituna de Camporreal y la patata wasabi con huevas de tobiko. Entre las estaciones, el arroz del señoret y una estupenda mesa de quesos de la Sierra de Guadarrama.
El almuerzo debían prepararlo, a cuatro manos, Gastón Acurio (el chef que cambió la forma de cocinar y de comer en Perú) y Mario Sandoval, aunque al final no pudo venir Gastón Acurio.
Los dos primeros platos del menú eran una ocopa de camarones y un tiradito nikei de atún con leche de tigre y toques ahumados. El famoso cochinillo de los Sandoval, que yo probé por primera vez hace más de 50 años en Humanes, increíblemente bueno, para las 400 personas. Y el postre fantástico también, obra de Mario Sandoval.
Para armonizar, un buen vino blanco y uno de los grandes vinos tintos de La Rioja, el XR de Marqués de Riscal.
Una organización de primera
La organización del evento fue perfecta. Las decenas de camareros se movían de manera coordinada bajo las órdenes de Diego, como si fuera un ballet.
Se respetaron los tiempos de la comida que, como es natural, empezó muy tarde porque hubo varios discursos (uno, admirable, del Premio Nobel Mario Vargas Llosa).
En resumen, de Humanes a El Jaral, es la historia de una familia, de un esfuerzo, de una dedicación, de un saber hacer, de un saber compartir, que ha dado como resultado una de las mejores ofertas gastronómicas de España, en sus restaurantes Coque y Coquetto y en los eventos organizados como el del otro día.
Quizás, una de las cosas que generó más satisfacción en todos los asistentes fue la posibilidad de volver a encontrarse, después de casi dos años, tantas personas en un ambiente social y con una capacidad de relación y de empatía como no se veía desde antes de la pandemia.