El caldo de oso es una tradicional sopa mexicana que tiene su origen en las montañas del estado de Jalisco, aunque su popularidad se ha expandido a otras regiones del país. Este plato destaca por su sabor robusto y su capacidad reconfortante, ideal para los días fríos o para reponer energías después de un día de trabajo.
¿Qué es el Caldo de Oso?
A pesar de su nombre, el caldo de oso no contiene carne de oso. Su nombre proviene de la forma en que se cocina y de los ingredientes que se utilizan. Se trata de un caldo sustancioso, a menudo elaborado con carne de vaca, cerdo o pollo, y se complementa con una variedad de verduras y especias que le otorgan un sabor único y profundo.
La receta varía de una región a otra y de una familia a otra, pero comúnmente incluye ingredientes como calabaza, zanahorias, elote, papas y alguna hierba aromática. La clave del caldo de oso radica en su larga cocción, que permite que todos los sabores se integren a la perfección.
Ingredientes
1 kg de carne (vaca, cerdo o pollo)
1 cebolla
2 dientes de ajo
2 litros de agua
2 zanahorias, peladas y en rodajas
1 patata, pelada y en cubos
1 elote, cortado en trozos
1 calabaza (puede ser italiana o de otro tipo), en rodajas
Sal al gusto
Pimienta al gusto
Un manojo de cilantro fresco
Limón (opcional, para servir)
Tortillas (opcional, para acompañar)
Preparación
Preparar los ingredientes: Lava y pela todas las verduras. Corta la carne en trozos de tamaño adecuado y reserva.
Cocinar la carne: En una olla grande, agrega el agua y la carne. Lleva a ebullición y retira la espuma que se forma en la superficie. Agrega la cebolla, los dientes de ajo (enteros) y una pizca de sal. Cocina a fuego medio durante aproximadamente una hora, o hasta que la carne esté tierna.
Agregar las verduras: Una vez que la carne esté cocida, añade las zanahorias, la patata y el elote. Cocina a fuego medio durante 15 minutos más.
Incorporar la calabaza: Agrega la calabaza en rodajas y cocina por otros 10 minutos. Esto permitirá que todas las verduras se cocinen adecuadamente y absorban los sabores del caldo.
Sazonar: Prueba el caldo y ajusta la sal y la pimienta según sea necesario. Agrega el cilantro fresco al final de la cocción para darle un toque fresco.
Servir: Retira del fuego y sirve caliente en cuencos. Puedes acompañar el caldo de oso con limón y tortillas para disfrutarlo al máximo.
Consejos Adicionales
Variaciones: Puedes experimentar con otros ingredientes como chayote, nabos o incluso añadir chiles para un toque picante.
Preparación anticipada: El caldo de oso sabe aún mejor al día siguiente, ya que los sabores se intensifican. Puedes prepararlo con anticipación y calentar antes de servir.
Almacenamiento: Si te sobra caldo, puedes guardarlo en el refrigerador en un recipiente hermético por hasta tres días o congelarlo para disfrutarlo más tarde.
