Como si hubieran sido separadas al nacer, la guayaba y el membrillo parecieran ser la misma fruta. La primera, originaria de la región tropical de América y la segunda del mediterráneo europeo lucen a primera vista cual gemelas, tanto así que incluso a día de hoy hay quienes creen que son simplemente nombres diferentes que se atribuyen a un único alimento como adaptación cultural.
En su defensa, habría que decir que hasta los más convencidos lo han dudado alguna vez, puesto que su sabor y texturas resultan también muy similares. Sin embargo, que se trata de dos frutas distintas es una realidad. En aras de que no te pasen gato por liebre en los mercados, o mejor dicho, guayaba por membrillo o viceversa, te damos un par de claves para diferenciarlas. Aunque conscientes o no, ambas merecen una oportunidad de vez en cuando en la dieta por sus altos valores nutritivos.
Sabor y Aroma
El membrillo es conocido por su sabor agrio y astringente sobre todo crudo, no obstante, se torna mucho más dulce y fragante bajo cocción, caracterizado por un aroma floral y meloso, cual si fuera una mezcla de manzana y pera. Mientras, en la guayaba, el dulce cobra una mayor potencia, un símbolo de madurez de la fruta. Su aroma resulta bastante fuerte, por instantes evoca la fresa, el café, o el durazno. Un signo muy identificativo deviene el color de su pulpa que varía entre el blanco y el rojo.
Textura
La textura del membrillo crudo es dura y granulosa, similar a una manzana sin madurar. Esta firmeza desaparece al cocinarlo, transformándose en una pulpa suave y gelatinosa, lo que lo hace ideal para mermeladas, jaleas y pastas.
La guayaba, por su parte, tiene una textura más suave y cremosa cuando está madura. La piel puede ser delgada o gruesa, dependiendo de la variedad, y suele ser comestible. La pulpa, repleta de pequeñas semillas comestibles, puede variar de firme a blanda, pero siempre mantiene una cierta consistencia que la hace agradable para comer fresca o en jugos.
Valor Nutricional
Ambas frutas son ricas en nutrientes, pero con diferencias significativas. El membrillo es una excelente fuente de fibra dietética, vitamina C y antioxidantes. Sin embargo, su consumo crudo es limitado debido a su astringencia.
Por su parte, la guayaba además de ser la reina de la vitamina C, superando incluso a las naranjas, contiene cantidades significativas de vitamina A, folato, potasio y fibra dietética. Todo ello le confiere propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Usos Culinarios
Dadas sus similitudes los usos de ambas suelen coincidir bastante. Tanto el membrillo como la guayaba suelen usarse en compotas y mermeladas o como base para cremas de tartas. Un buen acompañante para las dos es el queso. Pero si hay algo en este sentido, donde la guayaba se lleva la delantera es en los batidos y jugos, cuya roma y sabor son literalmente el epítome de lo tropical. Igualmente puede emplearse como jalea o salsa de platos de carnes