El pasado miércoles, el Consejo Regulador de D.O. Vinos de Madrid celebraba un acto en el que oficializaba un acuerdo de colaboración con la Asociación Madrileña de Empresas de Restauración. Aprovechando la ocasión, tuvimos oportunidad de entrevistar a Antonio Reguilón, presidente del Consejo Regulador de la D.O. Vinos de Madrid, que nos contó acerca de la trayectoria de la Denominación de Origen y el alcance de los Vinos de Madrid tanto dentro de España como en mercados extranjeros.
La D.O. Vinos de Madrid es una de las Denominaciones de Origen más jóvenes que hay en España. ¿En qué año nace y cómo ha evolucionado la institución en el tiempo?
La Denominación de Origen nace en 1990. Es una de las más jóvenes, pero no así la elaboración de vino en Madrid. Hay excavaciones en el pueblo de Colmenar de Oreja del siglo I d.C., donde se ven instalaciones en las que se elaboraba vino. También en el Monasterio de Pelayos de la Presa hay restos del año 1300, que ya hablan de los vinos de San Martín. En la época de Cervantes y en toda la Edad de Oro de la literatura española se hablaba de Madrid y de los vinos de San Martin, donde había disputas entre diferentes cortes europeas por la calidad de estos vinos. Con lo cual, tenemos una historia importante.
Sí que es verdad que la ciudad de Madrid, al ser tan grande, abarca prácticamente todo lo que se sabe de la comunidad autónoma al completo; con lo cual, en muchas ocasiones se olvida que la región también dispone de campo. La Denominación de Origen se crea en la década de los 90 y, la evolución ha coincidido con un gran desplazamiento de los madrileños del campo a la ciudad, ya que es más fácil el trabajo en una oficina, y más cómodo que estar con un tractor o con el arado. Sin olvidar la incertidumbre que genera el campo, ya que no sabes la cosecha que vas a tener, con todos los problemas que ello supone.
Se sabe que el campo es muy duro, pero no obstante hay mucha gente que está enamorada de él y quiere seguir allí. Eso se consigue mantener gracias a una marca de calidad, que tiene una certificación del origen del vino por su calidad. Estar dentro de la Denominación de Origen no es fácil, porque exigimos que cumplan unas determinadas condiciones, y no todo el mundo está dispuesto a ello. A partir de la última década los vinos de Madrid han cambiado de una manera exponencial. Exportamos el 30%, aproximadamente, al extranjero. Hay bodegas que están exportando hasta el 80% a Estados Unidos, por calidad del vino. Tenemos una marca que se llama “Madrid”, que suena bien en toda España y en todo el mundo. Lo que tienen que hacer los vinos de Madrid es parecerse a esa marca.
Aunque seamos jóvenes todavía, pienso que lo tenemos todo para triunfar. El gran mercado nacional es esta ciudad; aquí se consume muchísimo vino al año. Y vive ahora mismo un “boom gastronómico” tremendo que tenemos que aprovechar, porque no olvidemos que el vino es considerado como un alimento en España, no como un alcohol.
En cuanto a los viñedos, ¿en qué zona de Madrid se localizan y cuáles son las hectáreas aproximadas?
Tenemos cuatro subzonas en Madrid: la subzona de San Martín de Valdeiglesias, la de Navalcarnero, la de Arganda del Rey y la de El Molar. En total estamos hablando aproximadamente de unas 8.000 hectáreas, más o menos. Eso es lo que se agrupa dentro de la Denominación, pero también hay hectáreas de viñedo que no están acogidas a la Denominación.
En cuanto a las variedades, tenemos cuatro fundamentales, dos que corresponden a vinos tintos y dos a vinos blancos. La garnacha y el tempranillo en tinto, que son variedades muy famosas en Madrid desde siempre. Y luego tenemos dos variedades de blanco, que además de ser representativas, son autóctonas y solo están en Madrid: la variedad malvar y la variedad albillo real. Esta última es una variedad que está en la zona de Cadalso de los Vidrios, San Martín de Valdeiglesias, y algo en Cenicientos. Y la malvar estaría dentro de la zona de Navalcarnero, la subzona de Arganda y algo en El Molar.
“El gran mercado nacional es esta ciudad; aquí se consume muchísimo vino al año”.
¿Cuántas bodegas engloba la Denominación de Origen?
Ahora mismo somos 48 bodegas dentro de la D.O.
¿Cuáles son los principales mercados en los que se mueve Vinos de Madrid?
El primero es Estados Unidos y el segundo sería el mercado alemán. Luego ya están el mercado británico, China y también Suiza. De hecho, en Suiza hay algunas bodegas madrileñas que están muy bien situadas.
La realidad es que en Europa no tienen complejo. Para ellos, los mejores vinos no tienen que ser necesariamente de las marcas más conocidas; a ellos les gustan los buenos vinos. Por ejemplo, en Suiza, un vino de Madrid ganó hace dos años el premio al Mejor Vino de España, y es el mercado más exigente de Europa.
“Estamos mejor situados en el extranjero que dentro de la propia península”.
¿Cómo de importante es el posicionamiento de los Vinos de Madrid fuera de la Comunidad?
Depende. Si hablamos del mercado nacional, tenemos poco posicionamiento, porque le cuesta mucho trabajo al foráneo de la comunidad pensar que en Madrid se hacen vinos. Aunque los puedes encontrar porque hay bodegas que tienen distribución por toda España, pero es poco habitual. Estamos mejor situados en el extranjero que dentro de la propia península.
Recomendamos: El Consejo Regulador de la D.O. vinos de Madrid firma un acuerdo con AMER
¿Cuál es el balance que hace la D.O. de 2022 y cuales son las expectativas para este año?
El 2022 se pareció mucho al 2021, que fue un gran año porque tuvimos la suerte de tener un récord de ventas y de salidas de contraetiqueta, que es lo que en el Consejo Regulador vemos. Pero, como ocurriera en 2021, también ha sido un año difícil, porque muchas Denominaciones de Origen tenían mucho vino acumulado de la pandemia. Entonces, han inundado el mercado con vino a bajo precio, y eso se ha notado muchísimo, sobre todo en la venta de los lineales en los supermercados.
Pero yo creo que hemos mantenido el tipo, y estoy convencido de que este año por fin será un año normal. Vamos a intentar salir adelante si la situación económica y todo lo que tenemos alrededor, la guerra o la subida de precios, lo permiten. Los vinos de Madrid han subido muy poco el precio, aunque la repercusión que ha habido del corcho y del cristal ha sido de alrededor del 25%.
“Debemos conseguir que el personal de sala ofrezca el vino de Madrid y lo tenga en la carta”.
¿En qué medida crees que el sector de la restauración de Madrid está comprometido con los vinos que se realizan aquí en la comunidad?
Está muy comprometidos. El problema que tienen ellos también es que, cuando le preguntan a la gente que no tiene especial conocimiento de vinos, escogen principalmente teniendo en cuenta lo que han oído. Te dicen Rioja o Rivera, y rápidamente los escoges. Es lógico, te sale automático. Pero debemos conseguir que el personal de sala ofrezca el vino de Madrid y lo tenga en la carta. En muchas ocasiones lo tienen, pero no así en barra. Y eso para nosotros es fundamental, que se ofrezca.
¿Qué dicen los estudios acerca de que la primera cepa que viajó a América fue de Madrid?
Hoy se sabe que un caballero llevó cepas que estaban en la zona de Torremocha, al norte de Madrid en la subzona de El Molar, a América en el siglo XVI. Fue la primera vez que se llevó a América. Está documentado porque hay un estudio del Instituto Madrileño de Investigación, que demuestra que hay textos sobre esta cuestión. Y resulta que, en la zona de Cadalso de los Vidrios, queda esa variedad.
Había cepas que se desconocía su origen, se llevaron a analizar y vieron que era variedad listán. Es la única Denominación de Origen de España que la va a aprobar; sé que tienen la variedad listán negro en Canarias, pero la nuestra es listán prieto, que es la original. De esa variedad nacieron todas las variedades, como el malbec argentino. Todas esas cepas tan conocidas nacieron de las variedades que se llevaron desde Madrid. Cuando empecemos a informar sobre esto y se empiece a elaborar vino, va a ser un tema muy interesante.