¿Qué es la Academia Europea de Gastronomía?
Es una Academia de Academias. Solo pueden formar parte de la Academia Europea las Academias de países que forman parte de la Unión Europea, es decir, de los 28 países que integran la Comunidad Europea.
La idea es, precisamente, que la extensión de la Academia Europea de Gastronomía, coincida con el espacio jurídico político que representa la Unión Europea.
¿Cómo fue ese momento en el que se decidió crear, en el marco de la Asamblea General de la Academia Internacional de Gastronomía?
Desde hace años, la Academia Internacional tomó conciencia de que al formar parte de la misma Academias de diferentes continentes y de diferentes países, era difícil mantener una relación con estructuras como la Unión Europea o la Secretaría General de Iberoamérica.
Por ello se constituyó, hace 5 años, la Academia Iberoamericana de Gastronomía, con sede en Sevilla, y que yo presido, y hace dos semanas, en París, las Academias de Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Suecia, Polonia, Portugal y España, decidimos crear una Academia Europea de Gastronomía. Próximamente, se incorporarán países que ya tienen Academia como son: Austria y Grecia….
Naturalmente, sigue teniendo la máxima importancia la Academia Internacional, que coordina no solo las Academias Regionales, como la Europea, la Iberoamericana o la del Mediterráneo sino, también, a todas y cada una de la que existen en los diferentes países. En estos momentos, en 4 continentes.
¿Cuál es su importancia?
Sin duda la Unión Europea tiene entre sus muchos proyectos llevar a cabo actividades relacionadas con el mundo de la alimentación y la gastronomía.
Concretamente existe una Resolución del Parlamento Europeo de marzo de 2014 sobre “El Patrimonio Gastronómico Europeo: aspectos culturales y educativos”, que marca una serie de recomendaciones a los países miembros de la Unión Europea para que lleven a cabo actividades relacionadas con la gastronomía, la educación, la cultura, la ciencia, la sostenibilidad, la protección medioambiental, la producción agroalimentaria y el turismo.
En ese sentido, la Academia Europea puede colaborar dando criterio, marcando mecanismos de selección, impulsando publicaciones y, fundamentalmente, una presencia en internet de la oferta gastronómica global de Europa.
¿En qué líneas de acción basará su trabajo?
En la reunión constitutiva, en la que se acordó crear el Consejo de Administración, que yo presido y del que son vicepresidentes Jean Vitaux y Paolo Petroni (presidentes, respectivamente, de las Academias francesa e italiana) y secretario general y tesorero Maciej Dobrzyniecki (presidente de la academia polaca), se acordó plantear cuatro objetivos o proyectos básicos: la incorporación de los conocimientos de alimentación y la educación del gusto al sistema educativo, especialmente en la Enseñanza Infantil y Primaria, pero también, a nivel universitario.
Concretamente se acordó elaborar y proponer en su día a la Comisión Europea, un proyecto de Master de Gastronomía de dos años, común a los 28 países, y un Doctorado de un año, también, para todos los países.
Otro proyecto fundamental es la importancia de la gastronomía en el turismo de calidad y, por tanto, siguiendo el ejemplo de España, elaborar un espacio en internet sobre Gastromarcaeuropa, que dé a conocer lo mejor que ofrece el conjunto de Europa en materia gastronómica y donde cada uno de los países pueda incorporar su oferta singular y concreta.
Una oferta que debe abarcar no solo restaurantes, sino alimentos y bebidas, mercados, tiendas y boutiques, eventos y manifestaciones culturales y, por supuesto, la actualidad.
Además, fomentar la producción agroalimentaria de calidad, la artesanía, las pequeñas producciones, que permitan mantener la calidad de muchos de los productos, alimentos y bebidas, que existen en Europa y acercar el productor al consumidor, al comprador, al restaurante o a las tiendas.
Por último, una cierta defensa de la industria agroalimentaria que, en términos generales, permite que se coma mejor que nunca en nuestra historia, sin perjuicio de que algunos productos tomados en exceso no sean, especialmente, saludables.
En resumen, apoyar una gastronomía saludable, sostenible, solidaria y satisfactoria para todos.
Me gustaría que nos comentaras cómo será la labor mancomunada con las demás Academias en Europa…
Se trata de una acción conjunta y solidaria. Todas las decisiones se tomarán por acuerdo entre las diferentes Academias. Todos los países tienen el mismo peso y el mismo protagonismo en la Academia Europea. Una cosa es que la sede jurídica esté en París, la Secretaría General en Varsovia y la Presidencia en Madrid.
Queremos impulsar mucho la gastronomía de los Países Nórdicos, por lo cual Suecia debe tener un papel de coordinador. Lo mismo con los países de centro y del este de Europa, que deben tener el apoyo y el respaldo de la Academia de Polonia. En general, la idea es que los 28 países tengan Academia y que a las decisiones que se adopten, en todo caso, abarquen a los 28 países que es lo que quiere la Comisión Europea.
¿Has recibido algún o algunos comentarios de personalidades de la gastronomía sobre la creación de la AEG?
Por supuesto, no solo de autoridades de los países, sino de personas destacadas de la Comisión en Bruselas. Y, sin duda, de la Organización Mundial de Turismo y, próximamente, tendremos contacto con la FAO y con la Organización Mundial de la Salud.
A partir de aquí, ¿se creará la Latinoamericana o la Americana en su totalidad, por ejemplo?
Como ya he dicho antes, la Academia Iberoamericana de Gastronomía existe ya desde hace 5 años y está formada por las Academias de México, Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Perú, Portugal y España. Últimamente se han incorporado Venezuela, República Dominicana y Cuba (nos pareció más lógico llamarle Iberoamericana que Latinoamericana).
Como Academia observadora o asociada, está la de Estados Unidos-Este que abarca desde los estados del norte hasta Florida.
La Academia Iberoamericana creó, hace 3 años, el concepto de Capitalidad Iberoamericana de la Cultura Gastronómica. La primera fue Córdoba, la segunda, con un éxito extraordinario Guanajuato. Este año corresponde a Mérida (Extremadura, España), en el año 2017 será Buenos Aires y en 2018 Sao Paulo.
En este tema de la Academia Iberoamericana de Gastronomía no puedo dejar de citar a Nicolás Muela, presidente adjunto durante todos estos años y que falleció el pasado mes de enero.
La AIBG se constituyó en Sevilla porque allí estaba la sede de la Fundación Doña María de las Mercedes (madre del Rey Emérito, D. Juan Carlos) que, a su vez, estaba impulsada por la Confederación de Empresarios de Andalucía. Nicolás era director de las dos instituciones.
Nicolás ha dejado un vacío imposible de completar, aunque lo estamos tratando de hacer entre todos y, muy especialmente, Alfonso Marín (secretario general) y Antonella Ruggiero (secretaria general adjunta).