Hace unos años, la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG) llevó a cabo una exposición, en Lima (Perú), sobre los “Alimentos de ida y vuelta”, para poner de relieve la importancia que ha tenido para la gastronomía ese intercambio de alimentos entre el continente europeo y el americano.
Entre los alimentos que trajimos de América, sin duda todos son muy importantes, pero hay tres que probablemente sean los que más han influido en la evolución de la gastronomía. Por un lado, la patata y el tomate, alimentos muy versátiles y nutritivos, que forman parte de multitud de recetas. Pero también el cacao, el grano con el que se elabora el chocolate, sin el cual no se entendería la pastelería, ni los postres, en el mundo actual.
Por ello, a la Academia Iberoamericana de Gastronomía le pareció muy interesante apoyar el proyecto de “Guadalcao, semana internacional del cacao y el chocolate”, que se celebrará en Sevilla del 1 al 7 de noviembre. Y es que la importancia de este gran alimento no puede transmitirse en un solo día, sino que alcanza para toda una semana.
Actividades en la Semana del Cacao y el Chocolate
Durante esa semana, Sevilla se convertirá en el epicentro de los amantes del cacao y el chocolate, con una agenda de actividades que reunirá tanto a profesionales como a aficionados de todo el mundo.
Esta cita anual tiene como objetivo destacar la importancia cultural, económica y gastronómica de este alimento, así como promover la sostenibilidad y las buenas prácticas en toda la cadena de producción, desde el cultivo del cacao hasta la creación de los más finos chocolates.
El 2 y el 3 de noviembre, tendrá lugar un Congreso en el Paseo de Marqués de Contadero, junto al Guadalquivir. Un encuentro para profesionales, empresas proveedoras, escuelas de cocina, periodistas y personas interesadas en el mundo del cacao y el chocolate, que podrán asistir a charlas y coloquios, concursos, talleres, catas, masterclass y demostraciones con algunos de los mejores chocolateros del mundo.
En el Paseo de Colón, junto a la Torre del Oro, estará el Festival “Cacao para todos”, una feria abierta al público con diferentes puestos para degustar y comprar chocolates y dulces de cacao. También habrá talleres, demostraciones, concursos y actividades para niños, del 1 al 3 de noviembre.
Además, se realizarán diversas actividades en lugares emblemáticos de la ciudad. Algo que me parece curioso, es que se llevarán a cabo concursos de bombones, helados, roscón de Reyes, cocina salada, tapa dulce y coctelería.
Es interesante y enriquecedor ver cómo un evento así reúne, en España, a productores, chefs chocolateros, distribuidores, investigadores y consumidores, creando un espacio para el intercambio y el aprendizaje. También busca educar al público sobre el proceso del cacao desde su origen, en las plantaciones de países como Ecuador, Venezuela y Colombia, hasta su transformación en los productos que tenemos el placer de degustar.
El valor del cacao sostenible
En el marco de “Sevilla, Capital Iberoamericana de la Gastronomía Sostenible”, hay que destacar la importancia de la sostenibilidad en toda la cadena alimentaria. Concretamente, la producción de cacao se enfrenta a numerosos retos, desde el impacto ambiental hasta las condiciones laborales en los países productores.
En ese sentido, Guadalcao ha querido poner énfasis en la necesidad de apoyar e impulsar prácticas responsables, que respeten el medio ambiente y garanticen un trato justo a los agricultores. Esto incluye el uso de cultivos orgánicos, la reducción del uso de pesticidas y la implementación de programas de comercio justo que beneficien a las comunidades productoras, entre otras medidas.
Sevilla como escenario gastronómico
La capital andaluza, conocida por su rica tradición culinaria, se convierte ahora en el escenario perfecto para celebrar la diversidad y la herencia del cacao, un producto que ha estado presente en la dieta de diferentes civilizaciones durante siglos.
Creo que eventos como este demuestran la voluntad de llevar el cacao, y la gastronomía en general, a un nuevo nivel. No solo desde el placer culinario, sino también desde la responsabilidad social y el compromiso con el desarrollo sostenible.
Mi enhorabuena a los organizadores del evento y, más concretamente, a la directora del proyecto, Mónica Trujillano, porque siempre hay que reconocer el esfuerzo de las personas que están detrás de una buena iniciativa.