Too Good To Go —app que lucha contra el desperdicio de alimentos— ha expuesto recientemente que los hogares españoles desperdician más de 62,3 millones de kilos de pan al año, lo que supone un coste de unos 149,5 millones de euros anuales. Pero, además del desperdicio alimentario y el coste económico, también supone un impacto medioambiental importante.
Así lo han calculado en base al informe sobre Consumo Alimentario en España 2018 realizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que indica que en 2018 el consumo de pan, uno de los productos que no suele faltar en la mesa de la mayoría de los hogares españoles, superó los 1.454 millones de kilos.
Sin embargo, a pesar de ser un imprescindible a la hora de comer, lo cierto es que cada vez se desperdicia más pan en las casas. Así lo recoge el último informe sobre el desperdicio alimentario en España en 2018 elaborado por el Ministerio, que revela que solo el año pasado los hogares de todo el país desperdiciaron más de 62,3 millones de kilos de pan.
El desperdicio de pan en los hogares
"Esto supone que se está desperdiciando alrededor de un 4,3 % de todo el pan que se compra, un porcentaje que podría parecer pequeño pero que en volumen no lo es tanto y cuyo impacto medioambiental es importante", señala Oriol Reull, director en España de Too Good To Go. Y es que, efectivamente, según este estudio, el pan sería así uno de los productos que más se desperdicia en el ámbito doméstico: algo más de 6,9 millones de hogares tiran pan, lo que sería alrededor del 48 % del total hogares en España, con una media de unos 8,2 kilos de pan por hogar.
Y tanto desperdicio de este producto tiene también un elevado coste: suponiendo un precio medio del kilo de pan es de 2,40 euros, el hecho de tirara la basura anualmente 62,3 millones de kilos de pan estaría costando al conjunto de hogares españoles más de 149,5 millones de euros anuales.
Cómo aprovechar el pan duro
Por ello, desde Too Good To Go recuerdan que el pan es uno de los alimentos que más fácilmente se puede aprovechar, y han querido ofrecer algunas ideas básicas para quienes no saben qué hacer con las sobras de pan en casa. Por ejemplo:
- Congelar el que no se vaya a consumir para conservarlo mejor y consumirlo más adelante dándole un golpe de calor.
- Se pueden hacer unas tostadas con el pan de ayer.
- El pan duro es perfecto para añadir a recetas veraniegas como el gazpacho o salmorejo, e invernales como una sopa de ajo o unas migas.
- Para hacer ‘crostas’, pan de ayer troceado y tostado característico de las ensaladas ibicencas.
- O para elaborar postres como unas torrijas o un pudin.
- O, sencillamente, para hacer un rico y natural pan rallado, evitando tener que comprarlo.
Fuente: Too Good To Go, Diario de Gastronomía
