Para motivar a la población a probar platillos crudos se celebra cada 28 de agosto el Día Internacional de la Comida Cruda, grupo en el que entran aquellos alimentos sin ser cocinados con fuego o con altas temperaturas, como las ensaladas, las frutas y verduras frescas, el sushi, el carpaccio, las tostadas en frío, los ceviches…
Podría parecer una celebración sin mucho sentido, sin embargo, lo tiene. El consumo de estos alimentos en un equilibrio adecuado ayuda a revertir el proceso del envejecimiento celular y brinda otros beneficios que describiremos en este artículo.
¿Qué son los alimentos crudos?
Se considera así a aquellos que no se han sometido a una cocción o altas temperaturas, y que alteran su composición nutrimental, particularmente aquellos que contienen vitamina C pues son más propensos a perderla.
Si mencionamos ejemplos de lo anterior, estarán las verduras, como la calabaza, el chayote, espinacas, pimiento morrón y col. Pero las frutas también se consideran alimentos crudos, al igual que aquellos que tienen grasa: aguacate, aceite de olivo, semillas de girasol, nueces y cacahuates.
¿Por qué consumirlos?
El consumo de alimentos crudos como las verduras aportan una mayor cantidad de fibra que mejora el sistema digestivo, reducen el “colesterol malo” y contribuyen en el control de los niveles de glucosa en sangre; hechos importantes en la prevención de enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la ingesta de verduras y frutas en México es baja, menos de la mitad de la población consume regularmente verduras y frutas.
Mientras que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es comer al menos cinco porciones diarias para reducir el riesgo de desarrollar diversos padecimientos. Aumentar nuestra cantidad de comida cruda mejorará el funcionamiento de los sistemas digestivo e inmunológico, además de que contribuye a desintoxicar el organismo.
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En el mundo ha ido en aumento la tendencia a comer alimentos crudos en las últimas décadas. Moda para algunos, pasajero para otros, pero los especialistas recomiendan una dieta compuesta por un 80% de alimentos crudos y un 20% de comida cocida.
Existen también los adeptos a la dieta vegana cruda, también conocida como crudiveganismo, que es muy sencilla de realizar y consiste en no cocinar los alimentos y comerlos en su estado natural.
Esta opción, a diferencia del veganismo tradicional, no contempla el cocinado de los alimentos. Se realiza porque es nutritiva para el cuerpo y por una serie de convicciones éticas respecto a los derechos de los animales. Presenta una diferencia sustancias con la alimentación vegana tradicional, y es que en este caso no se permite someter a los ingredientes a ningún tratamiento térmico.
Permite alimentarse con vegetales naturales ecológicos y sin cocinar. También se pueden consumir, frutas, raíces, hortalizas, semillas, frutos secos, algunas algas y germinados. Está permitido comer alimentos deshidratados porque cuando se cocinan a menos de 42 °C no se pierden las propiedades de los mismos.
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Recordamos que para lograr una alimenación saludable se debe hacer un balance, puesto que la cocción de los alimentos también evita que proliferen algunas bacterias y mejora la posibilidad de digerirlos más fácilmente, así como aprovechar mejor sus nutrientes.
Fuentes: GastroLab, Sol de Mexico, Mejor con Salud.
