El rey de los frutos secos en la actualidad, el acompañante de todas las elaboraciones y un manjar por sí mismo. El pistacho tiene tantos usos gastronómicos como beneficios para la salud que lo convierten en remedio natural y fruto medicinal y preventivo ante enfermedades de la piel y de los sistemas endocrino, digestivo, inmunológico y cardiovascular.
Las capacidades del pistacho ya parecen infinitas y no solo en gastronomía sino que consumirlo puede ayudar al organismo gracias a las proteínas y grasas vegetales que contiene. Se cultiva en zonas repartidas por todo el mundo, lo que mejora su flujo de exportación y que todos puedan disfrutar de este fruto seco. Desde que surge en Oriente Medio, hoy sus cultivos se encuentran presentes en Australia, México, Estados Unidos o España.
Pequeña clave para fortalecer el organismo
El pistacho es una potente herramienta que refuerza el sistema inmunitario. Durante el invierno, este es el circuito más resentido por los virus e infecciones, sobre todo a nivel respiratorio, pues inunda los ambientes más cargados y se propagan con facilidad. Gracias a los nutrientes como las vitaminas C, A, E y las del grupo B que contiene el pistacho, la respuesta inmunológica del organismo ante estas enfermedades ayuda a mantener la mucosas y mejora la regeneración celular.
Zinc, cobre y magnesio en dosis moderadas como las que contiene este fruto seco son minerales beneficiosos para reforzar al organismo frente a resfriados, fortalecen el organismo de forma generalizada y aportan la energía que resta el malestar. Indicaba estos datos la doctora Nieves Palacios, Jefe del Servicio de Medicina, Endocrinología y Nutrición del Centro de Medicina del Deporte del Consejo Superior de Deportes, quien además hablaba del importante papel del pistacho en la dieta de los deportistas.
Por otro lado, el pistacho es un buen regulador del índice glucémico, sobre todo tras las comidas más altas en carbohidratos, como demostraba un estudio del Centro de Nutrición Clínica de Toronto. Ayuda también con el control de colesterol, lo que previene el padecimiento de enfermedades cardiovasculares y mantiene la elasticidad de las arterias y los músculos del corazón gracias a sus propiedades antioxidantes.
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