El sustituto del huevo en la repostería sí existe y se llama: aquafaba. Aunque puede sonar muy futurista o extraordinario, está al alcance de un cocido de garbanzos o alubias blancas. Se trata de ese líquido, que muchos descartan sin pensarlo dos veces, al cocinar estas legumbres. Lo que pocos saben es que deviene una base excepcional para elaborar desde merengues hasta mayonesas, cual versión vegana de la clara de huevo.
Si nunca habías escuchado sobre el término, tampoco te asustes, fue bautizado apenas en 2015 por el ingeniero informático Goose Wohlt, quien descubrió su secreto y decidió unir las palabras latinas “aqua" (agua) y "faba" (alubia) para nombrar el líquido.
¿Cómo se obtiene la aquafaba?
La aquafaba se obtiene bien directamente extrayendo el líquido de los botes de conserva o cocinando las legumbres en casa. Sus propiedades se basan en una alta concentración de almidones y proteínas. El proceso posterior es batir igual a cómo se hace con la clara de huevo.
Entre las recetas en las que funciona muy bien destacan: merengues, pavlovas:, mousses, cremas, y en saladas como la mayonesa y salsas, al emulsionarla con aceite y tortillas y rebozados.
Si no tienes clara la proporción, te compartimos una equivalencia aproximada tomando como referencia el huevo:
- 1 huevo entero = 3 cucharadas de aquafaba (45 ml)
- 1 clara de huevo = 2 cucharadas de aquafaba (30 ml)
- 1 yema de huevo = 1 cucharada de aquafaba (15 ml)
¿Es realmente saludable?
Contrario a lo que muchos pueden creer, desde un punto de vista nutricional, la aquafaba tiene muy pocas calorías y no contiene grasas ni colesterol, lo que la hace una opción más ligera que el huevo. Además, según los especialistas, conserva algunos de los beneficios nutricionales de las legumbres.