Querétaro ha sido reconocida como la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica de Encuentro. Con este título, que le otorga la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG), a propuesta de la Academia Mexicana que preside Laura Caraza, se pone de relieve la diversidad culinaria de la región, fruto de la fusión de ingredientes y técnicas provenientes de diferentes territorios.
Geográficamente, Querétaro se sitúa en el centro de México, una posición privilegiada para enriquecerse con las diferentes culturas que le rodean. Quizá por ello, es el lugar perfecto para escenificar el crisol cultural y gastronómico que caracteriza a los países de Iberoamérica.
Historia de la gastronomía queretana
La gastronomía de Querétaro se remonta siglos atrás. Antes de la llegada de los españoles, la región estaba habitada, principalmente, por las etnias otomíes, chichimecas y pames.
En el siglo XVI, los españoles introdujeron nuevas técnicas y alimentos como el trigo, el ganado vacuno, el cerdo y una variedad de especias, que se combinaron con los productos autóctonos como el maíz, los frijoles, el chile o el calabacín.
La influencia española puede apreciarse en platillos como el mole queretano, un guiso a base de chiles, especias y chocolate que tiene similitudes con el mole poblano. También se introdujeron algunos postres, como el pan de acuyo, una especie de pan dulce aromatizado con hojas de acuyo, y el atole de cacahuate, una bebida caliente hecha con cacahuate (o cacahuete) molido.
Durante el Virreinato, la ciudad de Querétaro se convirtió en un importante centro comercial y de intercambio cultural. Esto se reflejó en su gastronomía, que adoptó nuevas influencias de otras regiones de México y de otros países del mundo.
Querétaro en la actualidad
En la actualidad, Querétaro cuenta con una amplia oferta gastronómica, que combina la cocina mexicana tradicional con influencias españolas y de otras culturas migrantes, lo que ha dado lugar a una cocina única y representativa de la región.
Algunos de los platos típicos incluyen las enchiladas queretanas, unas tortillas de maíz rellenas de queso y bañadas en una salsa de chile guajillo; las gorditas, unas tortillas gruesas de maíz rellenas de diferentes guisos; la cecina queretana, carne de cerdo adobada y secada al sol, que se toma como botana o para preparar tacos; o la carne de cordero o de res cocida lentamente en un horno bajo tierra, que se sirve, generalmente, en tacos o consomé.
Querétaro también es conocida por su producción de quesos, vinos y mezcales. Es una de las regiones vitivinícolas más importantes de México, ya que cuenta con una combinación de factores geográficos y climáticos que dan como resultado vinos de calidad.
En la ciudad mexicana, pueden encontrarse multitud de restaurantes, puestos callejeros y establecimientos que destacan los ingredientes locales y la cocina tradicional, pero también una variedad de opciones internacionales y una cocina creativa emergente.
La Capitalidad de Encuentro
Este reconocimiento, que se otorga a una ciudad o región para destacar su excelencia y contribución a la gastronomía en el ámbito iberoamericano, tiene como objetivo promover la cocina local, fomentar el turismo gastronómico y fortalecer la cooperación cultural y gastronómica entre los países iberoamericanos.
Con motivo de la nominación de la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica de Encuentro, se llevarán a cabo una serie de actividades y eventos culturales, que incluyen festivales culinarios, concursos de cocina, conferencias, exposiciones y otras actividades que promueven el conocimiento de la riqueza y la diversidad de la gastronomía iberoamericana.
Intercambio cultural y turístico
Con las Capitalidades, no solo se busca destacar la oferta gastronómica local sino, también,impulsar el intercambio cultural y turístico, promocionando la región a nivel nacional e internacional como un destino gastronómico de calidad y contribuyendo al desarrollo económico y turístico a largo plazo.
De esta manera, se brinda la oportunidad de que los chefs, restaurantes y productores locales tengan una mayor visibilidad y reconocimiento.Además, permite recuperar la cocina tradicional y artesanal, promoviendo la preservación de recetas y técnicas culinarias ancestrales.
Mediante este reconocimiento, se promociona la cultura gastronómica propia del territorio, impulsando el desarrollo de una gastronomía saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria.