El ecuatoriano Daniel Ampuero es un chef repostero chocolatero con reconocido prestigio en el panorama gastronómico. Empezó a los 17 años a estudiar cocina internacional, trabajó en diferentes cadenas hoteleras y fue conociendo el mundo de la pastelería.
“Fui estudiándolo un poquito más a fondo y luego viajé un poco a ciertos países para profundizar el conocimiento Estuve en México, España, en Estados Unidos y en Catar. En cada lugar fui aprendiendo un poco más del mundo de la chocolatería.
“Después quise volver al país a transmitir todo lo aprendido y fue ahí donde me apasionó mucho más el mundo del cacao, porque somos país cacaotero y tenemos uno de los mejores cacaos del mundo, aunque hay pocos chocolateros que lo saben trabajar.
“Ahí fue donde me impulsé más en el mundo del cacao. Hago mi propio chocolate en Ecuador y también doy cursos y asesorías”.
—¿Qué diferencia el cacao ecuatoriano de otros cacaos?
“El cacao ecuatoriano es muy apreciado por diferentes chocolateros internacionales por su fino aroma, sus notas florales, frutales. Es un cacao que mantiene sus sabores.
“Cada cacao tiene notas diferentes, pero los chocolateros siempre tratan de irse a lo más fino Depende mucho qué chocolatero eres. En Europa, por ejemplo, a los blend que hacen le ponen cacao ecuatoriano para resaltar más estas notas aromáticas. Es uno de los mejores cacaos del mundo”.
—Ecuador está intentando poner el foco en el cacao a nivel internacional como elemento de promoción e identidad del país...
“Ecuador es el tercer exportador más grande del mundo de cacao. Somos un país tan chiquitito y producimos tanto cacao que nos hemos hecho un espacio en el mundo de las exportaciones. Creo que cada año se están superando cifras de exportación. Creo que vamos por buen camino”.
—¿Has elaborado aquí una estatua en conmemoración a los diez años de vuelta del market en Latinoamérica?
“Ecuador tiene una historia de cacao desde hace más de cinco mil trescientos años. Se encontraron vestigios en la región de Zamora Chinchipe en Palanda, un sitio arqueológico, y quise representar un poquito eso en la escultura.
“Parece una nota musical pero son los círculos que tú encuentras en la tierra y como ellos trabajaban la arquitectura. Hay que representar un poquito el mundo del cacao y del chocolate.
“La escultura mide más de un metro y pesa más de quince kilos. Entonces, la fui elaborando durante los tres días de feria. Fue un challenge. Algo muy entretenido. La gente pudo ver un poco la demostración”.
—¿Cuáles son sus proyectos a corto plazo?
“Tengo mi marca, Daniel Ampuero Chocolates, que está más ubicada en Guayaquil. Para mí es muy importante transmitir el origen del cacao, compartir conocimiento y educar a las personas a comer buen chocolate. Hay mucho chocolate industrializado y la gente se confunde cuando ve chocolate de verdad. Mi propósito a nivel profesional es educar a las personas para que entiendan y degusten correctamente el chocolate.
“Emprendedores y profesionales que entiendan que es un trabajo de mucha paciencia, tienes que ser cuidadoso con las temperaturas y las técnicas”.
— ¿Qué técnica usa Daniel?
“Lo más importante es saber temperar el chocolate y manejar las curvas de temperaturas. Hago bastante bombonería en Ecuador. La gente me pide muchos bombones, personalizados y eso es lo que me gusta un poco más hacer en el mundo de la chocolatería”.
