El gobierno italiano ha dado a conocer un proyecto de ley que contiene disposiciones para prohibir la producción y comercialización de alimentos y piensos sintéticos obtenidos a partir del cultivo celular, argumentando que estos nuevos alimentos podrían representar una amenaza para la salud humana y el patrimonio agroalimentario del país.
La iniciativa ha sido respaldada por la mayor asociación que representa y defiende los intereses de la agricultura italiana, Coldiretti, que considera necesario proteger la producción nacional y la Dieta Mediterránea de los alimentos producidos sintéticamente.
Además, se han establecido multas para aquellos que violen las disposiciones, que van desde 10.000 a 60.000 euros.
Aunque ni la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea ni la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido han recibido solicitudes para la regulación de alimentos producidos a partir del cultivo celular, se espera que varias empresas europeas soliciten la aprobación regulatoria en un futuro cercano.
Es por esto que el gobierno italiano ha tomado una posición firme y ha invocado el principio de precaución para prohibir estos alimentos en su territorio.
Sin embargo, algunos críticos argumentan que la prohibición total de los alimentos producidos sintéticamente no es la mejor solución.
Por ejemplo, la producción de alimentos de cultivo celular puede ser una alternativa más sostenible y ética a la producción intensiva de carne, que a menudo tiene un impacto negativo en el medio ambiente y el bienestar animal. Además, estos alimentos pueden ser una opción para garantizar la seguridad alimentaria del futuro.