Las bebidas elaboradas con esta cepa han alcanzado una gran popularidad entre los que gustan del buen vino, y es por ello que durante los últimos 20 años han estado emergiendo nuevas regiones que se dedican a su producción.
Aunque Francia es conocida como la madre patria de la pinot noir —específicamente la región de Borgoña, donde se elaboran los vinos más famosos y caros del mundo—, otros países también sobresalen por elaborar vinos con esta variedad, como Estados Unidos, Alemania, Italia y Nueva Zelanda. En Francia se le suele llamar solamente pinot, mientras que en Alemania se conoce con el nombre de spätburgunder y en Italia con el de pinotnero.
La producción vinícola con esta uva causa más discusión y polémica que ninguna otra, principalmente al describir su verdadera expresión en los diferentes terroirs donde es cultivada y llevada a su producto final en botella. Por ejemplo, podemos notar una gran diferencia entre un vino producido en Côte de Nuits (Borgoña) y uno elaborado en RussianRiver Valley (California). Esta diversidad de estilos y formas de expresarse, la convierte en centro de adoración por parte de los amantes de esta bebida.
Así, el mundo ha descubierto un tipo de vino que puede satisfacer diferentes paladares y se hace más versátil a la hora de acompañar una comida en un restaurante o en casa. Para tener una idea de esta versatilidad, unos son más afrutados y con más cuerpo; otros, más elegantes y finos.
Dado que la producción a nivel internacional ha tenido un gran ascenso, aparte de los clásicos países productores, en los últimos años han surgido nuevas denominaciones tanto en Oregón como al otro lado del mundo, Australia, donde la exportación de vinos de pinotnoir aumentó en 105% (periodo 2015-2016). A diferencia de otros del Nuevo Mundo, los vinos de estas regiones son más ligeros y fragantes.
En Nueva Zelanda también han aparecido en el mercado nuevos vinos de territorios que antes no eran tan conocidos, como Central Otago, Martinborough, North Canterbury y Marlborough. En Martinborough, específicamente, los pinot tienen una tendencia a notas terrosas, las cuales se atribuyen a la edad de las viñas, pues no producen mucha cantidad y se concentra la fruta, dando mayor complejidad a los vinos.
Hoy día, los viñedos plantados con pinot noir han aumentado en el Viejo Mundo. Se ha visto un crecimiento tanto en cantidad como en calidad en regiones y países como Ahr(Alemania), Alsacia (Francia) y Alto Adige y Lombardía (Italia). Asimismo, otras regiones especializadas en espumosos han plantado más pinot noir para dar un estilo más "champenoise" a sus vinos.
Los números lo evidencian: la pinot noir ha escalado al lugar 10 dentro de todas las variedades más plantadas en el mundo. Por color, solo la anteceden cabernet sauvignon, merlot, tempranillo, syrah y garnacha tinta.